miércoles, 17 de septiembre de 2008

Corazón de aire y en manos fuego

Impaciente sabor en dulcealivio de tus labios,
fuertes armas de soldadera y prudentes
ciénagas blandas subterráneas,
la altivez en fe de tus pies entorneados
es sol de madrugadas sin invierno, inesperadas.

¿Qué hace a tu corazón blanco albasueños
y rosal de inquietudes imprudentes,
señales invisibles de insurrecsibles nieblas,
ave de sorduras alegres travesuras.
Corazón que todo aprende desde el fuego?

¿Qué sostiene toda llama de tu cuerpo
incendiado desde un ciego airearoma?
Sólo inflama estas manos sin poesía.
A la fuente en que acuden ven tu frente,
tus ojos lumbretiempo en fugaz tormenta.

Rolla la saliva somnolienta de tus ríos,
llegan palomas heridas por sintiento
día a día nada entiendo, pierdo el libro
y el atiempo, tu camino abierto en cuatro vientos.