domingo, 12 de octubre de 2008

no es un trofeo

estas manos
fueron talco en la humedad de un torso vacio de sol
zarpazos de erotismo
células sin luz con tu alma detrás
como un recuerdo inquieto y dormido
como lágrimas de un llanto
que se avecinan en un muerto

otra ruta o las conexiones terminan

la seguridad de los parabuses
el calor sin agua los asensores
completan la jornada sin mi asiento frente a youtube
no alcanzo las noticias del cutzamala
ni la divinidad de la gente que cree en las ciencias ocultas
un loro enfermo
otra alma secreta como esta que no es mía
acude a mi hombro en la hora más transitada
y dirige el navío en el estanque de las seis
bahiamos el extremo suroeste y sedientos miramos relámpagos derrapando
justo antes de decidir que queremos sólo dormir

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Corazón de aire y en manos fuego

Impaciente sabor en dulcealivio de tus labios,
fuertes armas de soldadera y prudentes
ciénagas blandas subterráneas,
la altivez en fe de tus pies entorneados
es sol de madrugadas sin invierno, inesperadas.

¿Qué hace a tu corazón blanco albasueños
y rosal de inquietudes imprudentes,
señales invisibles de insurrecsibles nieblas,
ave de sorduras alegres travesuras.
Corazón que todo aprende desde el fuego?

¿Qué sostiene toda llama de tu cuerpo
incendiado desde un ciego airearoma?
Sólo inflama estas manos sin poesía.
A la fuente en que acuden ven tu frente,
tus ojos lumbretiempo en fugaz tormenta.

Rolla la saliva somnolienta de tus ríos,
llegan palomas heridas por sintiento
día a día nada entiendo, pierdo el libro
y el atiempo, tu camino abierto en cuatro vientos.

sábado, 19 de julio de 2008

la casa de la abuela

la casa de la abuela
sabe a ciruela y pera dura
a noches largas sin velas, sin alcohol

la casa de la abuela son sus cobijas de lana
el frío de las ventanas y sus humores de sol

los olores confunden a todo picaflor
como un rumor de carmín o leña de agua
que desemboca en ti o desde ti

Que me lleve

martes, 17 de junio de 2008

Calabaza

Con flores de calabaza
la nueva luz se corona

F. García Lorca



tu boca se abre y vertical libera un aroma dulce en treinta y cinco lineas
sin palabras
pronuncian el cansancio de una nube vegetal

me preguntas qué eres
si debes reir o quejarte de mi conteo de líneas
(que si faltan o sobran es la falta de memoria de tu geometría)
resto o pierdo la raíz cuadrada de los catetos
y tu sonrisa sigue temiendo que un dia de estos
el universo se descomponga
y del verde y amarillo escape la razón de la luz que habita desde tus ojos
Ya no hay mañanas densas
ni tibias ni malezas
de noche ardillas vuelan
y a los árboles estrellas

Ya no hay poemarios densos
ni lunares, ni en besos
el sol deambula hueco
subterráneo rosiseco
habla de la luz que soportas
de las abadías
de tus manos
toca este beso
el color y la voz en sus ubres

jueves, 5 de junio de 2008

perdida

duerme como un cuerpo sobre el viento
y guardada en un morral por las tardes
es un colador un reparador o un zarpaso
cambia como la hora entre todos los relojes
a cada uno le enseña la temperatura en grados fahrenheit
así previene a los Heliocarpus de la lluvia
y a mis vecinas de la alquimia
es menos oportuna que una palabra tierna de bisabuela
por eso escapa como un meteoro de la inanición anóxida
pierde al infierno entre arroyos que no distinguen corrientes de peras o ciruelas
cada noche la muerdo entre sueños
y a la mañana despierta como el frío
escondiéndose en la infinita mampostería de la ciudad

miércoles, 7 de mayo de 2008

alas

en su vuelo
los pinos no importan
las alas van en silencio
rompiéndose al viento

un desierto
se parte en dos
y no en aurora

dudas
describes al mundo
tras tornado

alas que intentan
diez tormentas en el cielo
vuelan la bruma a la luz de ayer
robanle rizos y suspiros a la piel

domingo, 20 de abril de 2008

Un día la voz

un día la voz
no será necia
como los grillos
cuando aparecen
interminables

se guardará a gotas
en un desierto de agua pura

un pez dormirá
tranquilo
y seremos todos olvidados
como una burbuja
que se revienta
en la memoria

viernes, 4 de abril de 2008

La loca tricolor

…hay algunos
que nacen, otros crecen, otros mueren,
y otros que nacen y no mueren

César Vallejo

La mañana del día veinticuatro de febrero amanecí tarde, con tan sólo diez minutos disponibles para vestirme y salir hacia la preparatoria. Esa mañana íbamos a terminar de hacer papel reciclado en el taller de pintura que imparto.

La relatividad en su actividad impostergable hizo que los diez minutos se convirtieran en veinte y yo llegara tarde aquella mañana a la escuela. Utilicé el camino más largo y lleno de confeti. La humedad fría y la prisa hicieron que ninguna imagen se fijara en mi memoria esa mañana, ninguna persona, ninguna escena a las siete cuarenta de la mañana. Al menos me pareció que el camino no tenía nada de extraordinario o extravagante después de que la primera noche de carnaval acababa de pasar.

Encima del retraso se me había olvidado comprar maicena para verter en la licuadora junto con el revoltijo de papel molido y fibras naturales, también había olvidado decirle a mis trece alumnos que llevaran resistol suficiente para hacer engrudo especial, en caso de que el tradicional fallara.

Por eso al llegar a la preparatoria, tuve que dejar la licuadora y correr en menos de dos minutos a la tienda más cercana, que por el carnaval estaba cerrada en Olas Altas, corrí entonces frente al museo de arte y rogué por la apertura de un atajo de gusano que redujera mi impuntualidad del día, permitiera el cielo que hubiera maicena en la única tienda abierta para poder preparar el engrudo indispensable, pero sobre todo rogué por que me alcanzara con los únicos cinco pesos que llevaba en el bolsillo.

Entre tantas plegarías cruzaba a un costado del busto de Venustiano Carranza, ubicado en la infronteriza calle del mismo nombre, me di cuenta que frente al General Carranza se hallaba una mujer extrañamente marcial departiendo frases dispersas con voz fuerte. Con todo y mi prisa no me de tuve hasta que entré con poco aire a la tienda. Después de ver que me alcanzó para una cajita de menos de cien gramos de maicena y unos chicles, sentí un alivió que me permitió volver más despierto a la clase de elaboración del papel.

Al volver a pasar frente a la imagen de la mujer expresando más fe que patriotismo, me percaté de más detalles: iba vestida de un atuendo por demás enfático, seguramente esa impuntual mañana, además de ser viernes de carnaval, era el día de la bandera. La mujer, uniformada por un verde militar, vestía una falda y blusa que perecían en una correcta pero ajustada envoltura a su gordura, unos moños tricolores en la cabeza y zapatillas blancas de pronunciado tacón, que me hicieron recordar que cinco minutos antes la había visto calles antes de llegar a la escuela, marchando mientras yo doblaba en una esquina a toda velocidad. ¿Cómo llegó al mismo tiempo que yo y sin correr? Hasta ahora me surge la pregunta.

Esa mujer, aquella mañana, se había levantado temprano, conciente del calendario y del día que se celebraba, pero sobre todo esperanzada en que su monólogo con Carranza habría de ser en beneficio de los desafortunados:

- Ayudaremos a nuestros hermanos de Honduras y Centrooamérica cuando México pueda volver a ser fuerte...- fue lo único que alcancé a escucharle decir.

El atuendo tricolor y la tocada mujer, (la trastornada fe, los nueve monstruos) me hicieron pensar en las mujeres priístas que salían fervorosas a apoyar a sus candidatos, cuando casi todos eran priístas en este país (o al menos eso se decía) y todos se enjuagaban en el espejismo del sudor y la perpetuidad del único partido que sabía pulular, aquello, era la cordura que, dicen, terminó con el milenio anterior.

La cándida miliciana me retuvo en lo casi religioso y ceremonial de los veinticuatro de febrero en la primaria y la secundaria, en el “se levanta en el asta mi bandera”, y me hizo imaginar a una madre patria de los libros de texto gratuitos, regordeta y desalineada, reclamándole fe a todos sus hijos, traición a todos sus héroes y desencanto a si misma. El resto del día continué llegando tarde al resto de los lugares a los que tenía que ir, pero, entre otras cosas, pudimos terminar de hacer nuestro papel y el engrudo funcionó adecuadamente.

La locura mater patria seguramente aventó largos monólogos y reavivó promesas postergadas, no logró atraer la atención de los distraídos de su coherencia, algunos cuantos la escuchamos muy aprisa y sin la paciencia y detenimiento de la que sólo gozan en esta ciudad los bustos y los metales. Desperté al final del día, recordando que es la afortunada chifladura, el único espíritu con autorización para andar en las calles durante el carnaval.

domingo, 30 de marzo de 2008

algo me dicen tus ojos

aquel al que tampoco yo quería

...al que se había hecho independiente, y obraba a su antojo, y daba de sí algo que yo no le había sugerido, y se levantaba cuando yo me acostaba, y tenía sueños distintos de los mios, y ni sabia leer ni escribir y, sin embargo, firmaba por mí; al que hoy todavía sigue su propio camino y ya se separó de mi desde el primer dia, y es mi enemigo y aliado forzoso, y me traiciona y me deja en la estacada; al que quisiera yo traicionar y vender, porque me da vuergüenza, porque sé que le sobro, al que yo lavo mientras me ensucia, y no ve nada y lo huele todo, y me es tan extraño que me da por tratarlo de usted, y tiene una memoría totalmente distinta...

lunes, 18 de febrero de 2008

No digas nada

no digas nada
si escuchas que un tumulto de voces
aguardan el turno de tus pies

el espacio fue creado en infinito
o acaso somos magos para sacar una y otra vez mas espacios
ajustar a la gente que va
decirle pase y siéntese
escuche lea
compre libros
oiga ponga atencion que es importante

tal vez la respuesta sigue siendo "internaros
en la forma"
el habla de la gente
escribir un dia la palabra wey en un poema
y que lo escuchen los hombres
y se rian
y las mujeres también

Poema a tus manos


Pienso en tu nombre
veo tus ojos y tus labios
tiemblo en mil palabras
resucitadas por tus manos



Tus manos crean tus manos
el mar siembran de espuma
como a tu piel salina
en la quietud de un sueño
las caricias y el viento

deliro por tus manos que acarician
como espuma que rompen las rocas
respiro en tus manos una ola
cierro los ojos
los labios
la vida estalla y te nombra

martes, 1 de enero de 2008

despertar

(una sombra toca tibia
la mano que acaricia un punto)

cerrados
los ojos beben la tibieza
dormidos
temen por tu boca
donde nuevos
son vapor desnudo
aire frio
y el paso
de la luz a la ventana
como brazos
sorprendidos por un beso