el ruido tiene un nombre:
la llama Ehecatl
dios temeroso que al correr ensciende
quiebra las órbitas constantes
el sonido de los universos perdidos
los nudos del viento que tropan laderas
zurco entre la milpa y ladridos en música de ramas
Viertes el agua que amanece en los árboles
eres la voz que se tiñe con el hacer de las hojas cayendo
el más triste cuando te escuchamos con atención
la estación fugaz de las estrellas que agonizan
el nombre propio sin aroma
el humor que los otros dioses empujan y dominan
un remolino que se tortura de no multiplicarse hasta el infinito
Hasta los Beatles
Hace 9 años
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