jueves, 5 de junio de 2008

perdida

duerme como un cuerpo sobre el viento
y guardada en un morral por las tardes
es un colador un reparador o un zarpaso
cambia como la hora entre todos los relojes
a cada uno le enseña la temperatura en grados fahrenheit
así previene a los Heliocarpus de la lluvia
y a mis vecinas de la alquimia
es menos oportuna que una palabra tierna de bisabuela
por eso escapa como un meteoro de la inanición anóxida
pierde al infierno entre arroyos que no distinguen corrientes de peras o ciruelas
cada noche la muerdo entre sueños
y a la mañana despierta como el frío
escondiéndose en la infinita mampostería de la ciudad

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